El Ministerio de Salud provincial recibirá 120 ecocamas creadas por la UNTREF

Fueron desarrolladas para los hospitales modulares que atienden a pacientes con síntomas leves de covid-19. Junto con ellas se donarán 100 máscaras de protección facial.

22-09-2020

Un total de 200 ecocamas llegaron a la Sede Caseros IV para empezar a ser distribuidas en los hospitales de campaña de la región del AMBA y, como informó el responsable del Departamento de Salud y Seguridad Social de la UNTREF, Carlos Torres, se está terminando de gestionar una donación de 120 de ellas al Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires junto a 100 máscaras de protección facial.

Las ecocamas Kawitu, llamadas así porque con ese término se designa a las camas en lengua quechua y mapuche, fueron desarrolladas por integrantes de la Maestría en Tecnología y Estética de las Artes Electrónicas a partir de la convocatoria Proyectos Covid-19 realizada por la Agence universitaire de la Francophonie (AUF). El proyecto presentado por los docentes e investigadores de nuestra Universidad fue una de las ocho propuestas latinoamericanas seleccionadas por esta institución internacional y la única de nuestro país. Las máscaras también fueron creadas por los miembros de la Maestría con sus impresoras 3D, y contaron con el financiamiento de la UNTREF para la compra de los materiales. En total , fueron distribuidas casi 1.000 máscaras. 

“Las ecocamas son muy importantes porque vienen a resolver un problema de infraestructura que tienen los municipios. Particularmente en este momento que en la Provincia de Buenos Aires hay un aumento importante de la circulación del virus”, remarcó Torres. 

Este tipo de camas funcionaron muy bien en países como India, China y Japón, y se destacan por su rápida fabricación, fácil montaje y por el hecho de construirse a partir de materiales reciclables. 

“Además de la sustentabilidad que las caracteriza, este desarrollo puntual hace que el paciente pueda mejorar los aspectos de la salud mental al permitirle interactuar con fuentes artísticas y otras herramientas tecnológicas”, agregó Torres sobre lo que considera su diferencial. 

Por su parte, la directora de la Maestría en Artes Electrónicas, Mariela Yeregui, recordó cómo apareció la idea. “Originalmente se pensó siguiendo lo que pasaba en Europa, donde los hospitales estaban desbordados. Nos llegaban imágenes horrorosas de gente instalada en pasillos, y cuando vimos que se iban a crear los hospitales modulares acá, pensamos que las camas suplían una eventual necesidad en el escenario local”, explicó.   

Yeregui destacó que se trata de un producto muy económico en relación a lo que puede ser una cama convencional, y dijo que es “completamente amigable con el medio ambiente”

La directora de la Maestría aportó algunos detalles de las ecocamas Kawitu que las hacen únicas en su tipo. Además de su estructura de cartón duro y su plafón hecho a base de bioplásticos, cuentan con un sistema lumínico que funciona manualmente haciendo girar una dínamo y con pequeños estantes y bolsillos donde los ocupantes pueden guardar sus pertenencias, brindando un mayor grado de confort. 

Pero sobre todo, Yeregui se detuvo en su función terapéutica. Como contó, cada una de las ecocamas Kawitu tiene un código QR que al ser escaneado con el celular permite el acceso a una programación cultural especialmente creada para esta iniciativa.

“Hicimos una convocatoria pública a artistas de cualquier expresión, desde músicos, videoartistas y artistas visuales para que produjeran una suerte de mensaje para la persona que va a ocupar la cama. Todas las propuestas están pensadas para alguien que está pasando por una situación de enfermedad,  y están atravesadas por esta idea de sanar al otro, de acompañarlo y estar con él”, comentó. 

Entre los contenidos que se van a poder encontrar, sobresalen varios producidos por los mismos docentes y artistas de la UNTREF. Entre ellos el proyecto Arroró, de Gabriela Golder, que reúne 300 canciones de cuna en diferentes idiomas; los podcast de Augusto Zanela, en los que mezcla temas musicales y lecturas curativas; y una actividad bidireccional ideada por Alejandra Ceriani, en la que realizará performances en vivo nutriéndose de lo que los pacientes le envíen. 

Yeregui informó que hay número de WhatsApp impreso en las camas para que quienes las ocupan se puedan comunicar con los artistas, y que también pusieron un marcador en cada una para que “nos manden lo que escriban y hacer con eso una memoria de Kawitu”. 

“Podríamos haber hecho el producto y nada más, pero la cama se transformó en otra cosa. En una suerte de medio de comunicación con la otra persona”, evaluó. La docente, investigadora y artista dijo que la experiencia fue muy gratificante, y destacó el sacrificio y el entusiasmo de todo el equipo de trabajo que integran, además de ella, Ana Laura Cantera, Gabriela Munguia y Javier De la Fuente

“Para nosotros fue muy importante sentir y poder articular nuestras prácticas como artistas en un entorno, de cara a una comunidad, haciendo un proyecto de arte socialmente responsable”, concluyó. 

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