BIENALSUR 2019: un proyecto que promueve la integración entre los pueblos

La Bienal impulsada por la Universidad fue reconocida en el Segundo Foro de la Paz de París y cerró su segunda edición sumando más público y más sedes.

27-12-2019

La Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur (BIENALSUR) finalizó su segunda edición y se afianzó como un proyecto cultural con un sentido profundamente político, llevando las obras de más de 800 artistas a diversas partes del mundo con el objetivo de promover la integración entre los pueblos y el respeto por la diversidad. Además, BIENALSUR 2019 creció exponencialmente, no solo en la cantidad de artistas que expusieron sino que en esta edición, que transcurrió durante más de 200 días consecutivos, hubo 112 sedes y espacios públicos intervenidos de 47 ciudades pertenecientes a 21 países, alcanzando la importante cifra de 33 millones de espectadores.  

“En un mundo convulsionado por conflictos, explosiones contra las desigualdades y resurgimiento de corrientes que ponen en jaque la democracia, BIENALSUR ofrece desde el ámbito de cultura la posibilidad de construir una acción geopolítica que ponga la creación del arte al servicio del diálogo y el respeto por las diferencias", definió Aníbal Jozami, director general de la Bienal y rector de la UNTREF, en el marco de la segunda edición del Foro de la Paz realizado en París.

En este importante encuentro, en el que participaron más de 70 jefes de estado, BIENALSUR fue seleccionada entre los 100 proyectos del mundo que contribuyen de manera efectiva a una mejor cooperación internacional, a una globalización más justa y equitativa y a un sistema multilateral más eficaz. 

“Nos sentimos orgullosos de que una iniciativa de una universidad pública haya sido la única de la Argentina seleccionada en este encuentro que convoca a especialistas y medios de todo el mundo”, remarcó Jozami en la reunión. 

En línea con eso, fue muy elocuente la exposición Recuperando historias, recuperando fantasías realizada en Riad, Arabia Saudita, ya que fue la primera vez que artistas de diversas nacionalidades y con mayoría femenina se presentaron en el National Museum y el Barrio Diplomático de la ciudad árabe. Curada por la directora artístico-académica de BIENALSUR, Diana Wechsler, la muestra fue dispuesta como una suerte de laberinto, invitando a los visitantes a perderse en los recovecos fantásticos de los relatos propuestos por Regina Silveira (Brasil), Graciela Sacco (Argentina), Makoto Azuma (Japón), Laurent Grasso (Francia) y Faisal Samra (Arabia Saudita), entre otras. 

Otra de las actividades destacadas fue el encuentro Juntos aparte, impulsado por el Centro de Estudios Fronterizos (CEF) y la Fundación El Pilar en Cúcuta, Colombia, como respuesta a la emergencia humanitaria en la frontera entre ese país y Venezuela. Cuatro espacios culturales emblemáticos de la ciudad colombiana albergaron obras de 72 artistas de varios países de América y Europa para reflexionar sobre la crisis migratoria mundial.

BIENALSUR 2019 también llegó al MAAC - Museo de Arqueología y Arte Contemporáneo de Guayaquil, Ecuador, con la exposición colectiva Utopías y distopías en el paisaje contemporáneo, planteando a partir de las obras de Dani Spadotto, Guido Yannitto, Denise Gadelha , Khalil Charif, Carlos Gómez Centurión, Juan Carlos León y Carolina Barros una mirada crítica sobre el medio urbano y los usos y abusos del entorno natural.

La ciudad de La Paz, en Bolivia, fue otra de las escalas destacadas. En su Museo Nacional de Arte se presentó Fricciones, un ensayo que tomó como punto de partida al país andino, su pasado colonial y los mecanismos de dominación y marginación que subsisten en la región. En esta muestra sobresalieron los trabajos de los bolivianos José Ballivián, Yola Mamani e Iván Cáceres, los mexicanos Beatriz Millón Sánchez y Antonio Turok, la peruana Claudia Coca y la argentina Mariela Scafati. 

La Bienal completó exposiciones y actividades en Uruguay, Paraguay, Perú, Brasil, Chile, México, Guatemala, Costa Rica, Suiza, España, Benín, Australia, Marruecos, Japón y Qatar.

Desde América del Sur hacia Europa

BIENALSUR 2019 recorrió diferentes puntos del viejo continente, llevando producciones y charlas de artistas argentinos que trabajaron alrededor de los tránsitos y las migraciones, uno de los ejes conceptuales destacados de esta edición. 

En Francia, Hugo Aveta participó con su obra La fascination de la faille en la exposición Persona Grata, que reunió a creadores de diversas latitudes para preguntarse sobre el concepto de “hospitalidad” en el MAC/VAL Musée d’Art contemporain du Val-de-Marne. En simultáneo, su colega Pablo Reinoso proyectó el filme Desde el otro lado en la Maison de l’Amérique Latine de París, que introdujo al público parisino su obra homónima, consistente en un conjunto de troncos de distintos orígenes que evocan a los desplazados, refugiados y exiliados.

Además, en el museo MAXXI-Museo Nacional de las artes del siglo XXI de Roma, Eduardo Stupía brindó una conferencia sobre su proyecto Ulises inmigrante. Una fantasía gráfica, que a través del uso de elementos audiovisuales y literarios buscó retratar el viaje del héroe mítico de forma caleidoscópica.

Travesía argentina

Con una fuerte carga simbólica, la Bienal comenzó su trayecto en el “sur del sur”, nada menos que en Ushuaia, donde se inauguró la primera muestra, Banderas del fin del mundo, a cargo del francés Christian Boltanski, la chilena Voluspa Jarpa y la argentina Magdalena Jitrik. Fue una jornada especial que contó con la participación de la machi Lucia Toconas, quien realizó una saumada –el acto tradicional con el que los pueblos originarios deseaban buenos augurios– en medio de un concierto de la Orquesta de Instrumentos Autóctonos y Nuevas Tecnologías de la UNTREF. “Esta Bienal nació para cambiar las corrientes centrales de la cultura e influirlas con el pensamiento del sur”, expresó en esa oportunidad Aníbal Jozami. 

Uno de los capítulos centrales en territorio nacional fueron las actividades desarrolladas en la Ciudad de Buenos Aires, que tuvo como punto más álgido la inauguración del KM0 en el MUNTREF Sede Hotel de Inmigrantes. Durante esos días, Buenos Aires estuvo repleta de intervenciones y acciones en el espacio público que sorprendieron a la gente, como ocurrió con House Attack, del austríaco Erwin Wurm, y con Sin pedestal y sin medallas, de la mexicana Betsabeé Romero.

Yendo a Tucumán, en el Museo Nacional de Bellas Artes Timoteo Navarro, el japonés Katsuhiko Hibino compartió la segunda etapa de su proyecto artístico inclusivo Turn, que esta vez contó con la colaboración de artesanos del Pueblo Quilme, habitantes originarios del Valle Diaguita-Calchaquí. Por su parte, el enfoque feminista atravesó las exposiciones realizadas en Córdoba y Rosario, como ocurrió con Entre otras, un proyecto que congregó a artistas latinoamericanas para pensar las problemáticas de género entrelazadas con discriminaciones de orden social, racial, sexual y estético, así como Recuperemos la imaginación para cambiar la historia, curada por el colectivo Ni Una Menos y con foco en las historias, cuerpos y relatos que incluye y excluye la cisheteronorma. 

En el Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson de San Juan el público pudo recorrer The Body of Time, una selección de obras del gran referente del videoarte contemporáneo Bill Viola, y también se sumaron exhibiciones en Mar del Plata, Neuquén y Mendoza.

“Esta es una Bienal indisciplinada, por eso crea otras cartografías, borra fronteras, y busca hacer del espacio del arte un espacio de pensamiento, un sitio para la emergencia de ideas y propuestas destinadas a ofrecer otras configuraciones del mundo contemporáneo”, resumió Diana Wechsler sobre el espíritu de este proyecto que crece cada vez más.