“No pensé que iba a ganar el torneo”

La ajedrecista María Florencia Fernández ganó por cuarta vez el Campeonato Argentino Superior Femenino, que este año se llevó a cabo en Ushuaia.

17-05-2018

Es la cuarta ajedrecista a nivel nacional y está por ingresar al selecto grupo de las 50 mejores del continente. Su último gran logro individual fue la obtención del Campeonato Argentino Superior Femenino que se llevó a cabo en Ushuaia y que era clasificatorio para las Olimpiadas de Batumi, torneo para el que la ajedrecista ya tenía su pasaje. 

“No pensé que iba a ganar el torneo, pero fui con las expectativas muy altas. Lo más importante era clasificar a las olimpiadas y como ya estaba clasificada por haber ganado el año pasado, jugué más tranquila y eso influyó para que termine siendo campeona”, comentó la ajedrecista en Estación UNTREF.

Florencia Fernández comenzó a jugar al ajedrez casi de casualidad. A los ocho años acompañó a su papá y a su hermano a un torneo escolar y fue como un "amor a primera vista", del que jamás se separaría. 
 
La actual tetra campeona argentina pasó de los torneos escolares (estudiaba en el colegio Mariano Moreno), a competir en Torneos Metropolitanos. Luego siguió aprendiendo con un profesor particular que la recomendó para ingresar al Club Argentino de Ajedrez, donde fue becada por su gran progreso y rendimiento.
 
Con tan solo 12 años, disputó su primer Mundial en Grecia 2002 y a los 17 ya era Maestra Internacional. 

“En el 2009 no me conocía casi nadie y no era candidata a quedarme con el título del Argentino, pero lo gané. Ese torneo me modificó mucho, me cambió la vida y me ayudó a crecer como deportista y como persona”, aseguró.

Además de haber logrado el cuarto Campeonato Argentino, el último fin de semana, Fernández obtuvo las finales de los Juegos Universitarios por segundo año consecutivo siendo parte del equipo de UNTREF.

 “Ahora voy a los torneos a ganarlos y siento que mis rivales me respetan más. Venía de una mala racha, estaba jugando mal, hasta había empezado a dudar de mi. El ajedrez es muy cruel, uno convive con la frustración y con la derrota. Pero es un bajón que dura un tiempo y luego hay que seguir entrenando y estudiando”, finalizó.