La oportunidad regional del renacimiento de la energía nuclear

Especialistas argentinos y brasileros debatieron sobre el surgimiento de nuevos y más eficientes modelos de reactores nucleares, a la vez que analizaron las oportunidades de sus países como focos de producción y exportación.

21-12-2021

El momento actual le presenta a Latinoamérica una opción ventajosa en torno al desarrollo de proyectos vinculados a la energía nuclear, y Argentina y Brasil deben colaborar entre sí para constituirse en centros de exportación de energía limpia y renovable, según análisis de expertos reunidos en el primer seminario del ciclo La integración de la industria nuclear en América Latina: ¿una oportunidad? Se trata, según ellos, de un contexto en el que por primera vez en 70 años la industria nuclear ofrece modelos realmente nuevos al mercado.

Organizado por el Programa de Estudios sobre Energía Nuclear e Innovación (PROGENI), del Centro Interdisciplinario de Estudios Avanzados (CIEA), este ciclo de seminario se llevará a cabo entre diciembre de 2021 y julio de 2022 con el propósito de estimular un debate sincero y profundo sobre las posibilidades de crecimiento de la nueva energía nuclear y su potencial impacto en la región.

El director del CIEA, Pablo Jacovkis, enmarcó esta actividad dentro de los análisis interdisciplinarios que realiza el instituto que dirige sobre escenarios presentes y futuros en Argentina y la región. “Uno de los temas centrales es el de la energía nuclear. Se trata de una energía que tuvo altas y bajas a lo largo del tiempo y que consideramos que Argentina debe aprovechar, ya que dispone de una amplia trayectoria en este campo y uno de los mayores desarrollos industriales de Latinoamérica”, explicó, a la vez que precisó la importancia del establecimiento de lazos entre Argentina y Brasil.

Por su parte, el director del PROGENI, Julián Gadano, explicó los tres ciclos de expansión y crisis que tuvo la industria de la energía nuclear a lo largo de sus 60 años de historia. El especialista dijo que los hitos expansionistas fueron la Guerra Fría, la crisis de los precios del petróleo y la agenda de lucha contra el calentamiento global. “A su vez, detrás de estos periodos se observa un patrón que se repite: los accidentes en centrales nucleares, como los de Three Mille Island, en Estados Unidos; Chernobyl, en la ex Unión Soviética; y Fukushima, en Japón”.

En este aspecto Gadano sostuvo que estos accidentes produjeron reacciones por parte de los gobiernos que fueron muy impactantes en la industria y cuya característica principal fue la desinversión. Sin embargo, precisó, a 10 años del accidente de Fukushima, se observa en parte de varios países una nueva corriente de sustento hacia la energía nuclear que se basa en las políticas contra el calentamiento global.

Titulado Los sistemas de licenciamiento de reactores, este primer encuentro del ciclo contó con la participación del expresidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Osvaldo Calzetta, el expresidente de la Autoridad Regulatoria Nuclear de Argentina, Néstor Masriera; el investigador del PROGENI, Facundo Deluchi; el representante de la Comisión Nacional de Energía Nuclear de Brasil (CNEN), Ricardo Guterres; el exdirector Nacional de Evaluación Tecnológica de Proyectos Nucleares, Marcelo Salvatore; el secretario de la Agencia Brasilero-Argentina de Contabilidad y Control, Marco Marzo; y la secretaria de este organismo, Elena Maceiras; el exsecretario Odilon Marcuzzo do Canto; y el presidente del Consejo de Administración de Nuclebrás Equipamentos Pesados, Ney Zanella.

“La industria de la energía nuclear nació con un pecado original, ya que se consideró un arma de destrucción. Se construyó alrededor de ella toda una narrativa negativa y desfavorable por parte de los medios de comunicación y la opinión pública”, estimó Odilon Marcuzzo do Canto. Para modificar esta tendencia, continuó, es necesario incorporar esta área de estudio dentro de la llamada comunidad del conocimiento, espacio en el que profesionales, especialistas y académicos puedan dar cuenta de una información que prestigie y destaque el verdadero propósito de la energía nuclear: contribuir con la sociedad en la producción constante de electricidad y reducir la contaminación.

A su vez, Marco Marzo detalló el recorrido histórico que tuvo la relación entre Argentina y Brasil en esta materia. “Argentina y Brasil, antes de 1990, tenían diferentes bases legales para el control de material nuclear. Esto luego se modificó y acordaron trabajar en conjunto para tener los mismos derechos y obligaciones y regularse por las mismas normas”, expresó y consideró que ambos países están cerca de la armonización de las áreas regulatorias en virtud del control de los materiales nucleares y la seguridad nuclear y física.

Más allá de la importancia de la contribución y el trabajo conjunto entre Argentina y Brasil con relación al desarrollo de la industria nuclear, los expertos también dieron su opinión sobre la aparición de nuevos modelos de reactores. En este sentido, Elena Maceiras dijo que es necesario revisar el sistema regulatorio en base a los diseños de los nuevos reactores, y Deluchi explicó que estos nuevos modelos son producto de una actividad de investigación y desarrollo impensado años atrás.

Los especialistas consideraron que, por primera vez en 70 años, la industria nuclear ofrece modelos más pequeños y con sistemas de refrigeración que no utilizan agua. También, destacaron, cambió el formato de negocios: reactores fabricados en serie, más pequeños, que permiten reducir los costos de manera exponencial y facilitar el montaje en sitio. La promesa es ofrecer reactores intrínsecamente más seguros, más baratos tanto en su operación como en su construcción, más flexibles (y por lo tanto adecuados a las nuevas matrices eléctricas) y más aceptables socialmente. De esta manera, la industria nuclear parece responder al desafío y ofrece alternativas viables a la necesidad de contar con energía limpia de base competitiva.

“La energía nuclear tiene que jugar un rol importante con relación al cambio climático y constituirse como segura y sustentable para limitar el calentamiento del planeta a 1,5 ºC respecto a finales del siglo XIX”, concluyó Gadano aunque manifestó que, dadas las tendencias actuales, esta expectativa difícilmente se cumpla y alcance aumentos superiores a los 2,5 ºC, algo que conllevará cambios catastróficos en el clima global.

“Por esto es importante realizar este tipo de encuentros, como este seminario, en el que juntos pensemos de qué forma podemos contribuir a mejorar la sociedad de cara al futuro”, concluyó el director del PROGENI.