La influencia de los economistas en la percepción social de la realidad

En el Taller de Opinión Pública y Economía, los expertos invitados remarcaron que el rol docente de los economistas es fundamental para que la sociedad comprenda fenómenos cíclicos del contexto financiero actual.

15-06-2022

En épocas de crisis económica y de fenómenos cíclicos como la pérdida del poder adquisitivo de las personas, la sociedad necesita que los economistas cumplan una función pedagógica y lleven a cabo una explicación racional de lo que sucede. La conclusión es de periodistas, investigadores y expertos en economía, reunidos en el Taller de Opinión Pública y Economía. En él participaron el periodista Ernesto Tenembaum, el ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis, el investigador del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de Buenos Aires (IIEP) y del CONICET Pablo Mira y el director del Centro de Investigación y Docencia en Economía para el Desarrollo (CIDED) Luis Blaum. La actividad, organizada por el CIDED, tuvo lugar en la sede Rectorado Centro y fue transmitida en vivo por el Canal de YouTube de la UNTREF.

“A mí no me gusta estar en un lugar en el que ya se encuentra sobreentendido lo que uno piensa o lo que uno tiene que pensar. Los periodistas, pero principalmente quienes hablan de economía, tienen que realizar una labor docente para que la sociedad deje de pensar en términos dogmáticos, en términos de grieta”, explicó Ernesto Tenembaum. El periodista, que escribe en Infobae y conduce programas en Net TV y en Radio Con Vos, indicó también que en un contexto como el actual, en el que existe una fuerte división ideológica en la sociedad, es necesario que las autoridades del gobierno nacional reconozcan los errores cometidos y lleven a cabo un sinceramiento con la sociedad para que ésta comprenda qué es lo que sucede en materia política y económica. “En este aspecto la labor del economista es fundamental. La gente quiere y necesita saber por qué se toman ciertas medidas, y no otras, y cuáles son los intentos que se realizan para aportar soluciones a las demandas más urgentes. Quieren que les expliquen que lo que se hace no es magia”, dijo.

Por su parte, el ex viceministro de Economía de la Nación Emmanuel Álvarez Agis explicó: “La gente siempre pregunta cuándo se pudre todo y yo creo que, si la sociedad entendiera qué es lo que sucede, las cosas se arreglarían de forma más sencilla”. A su vez, el especialista manifestó: “Hablar dos horas es fácil; lo difícil es hablar cinco minutos y que el interlocutor comprenda lo que decís”.

Tras repasar sus funciones, tanto en la administración pública como en el ámbito privado, Álvarez Agis dio cuenta de la existencia de la tensión que se genera entre opinión pública, ciencia e ideología. A la vez, explicó el desafío de encontrar la mejor forma de comunicarle a las autoridades nacionales –sea un presidente o un gobernador – qué es lo que hay que hacer en un determinado momento y coyuntura. “Muchas veces sucede que quienes estamos a cargo de la economía les pasamos a quienes toman las decisiones más importantes de un país un plan con siete puntos y ellos, de esos siete ítems, sacan dos, modificando por completo el espíritu de la iniciativa”, destacó y consideró que “ahí es en donde el economista tiene que argumentar de la mejor forma posible todas sus ideas”.

El director del CIDED Luis Blaum resaltó que, en la actualidad, cuando los medios de comunicación difunden noticias sobre economía lo hacen desde una perspectiva sesgada. “Cuando en los medios –radiales, televisivos o gráficos- se habla sobre estos temas, se los encara desde una óptica simplista y contradictoria. Todo esto sesga la mirada de la opinión pública”, observó. Por último, Pablo Mira enfatizó la importancia de la divulgación de conceptos vinculados con la economía para “convencer a la opinión pública sobre un rumbo concreto en materia financiera”. Además, concluyó que la labor de los economistas es “difícil” por una cuestión temporal: “La gente reclama soluciones inmediatas, pero este tipo de respuestas y de reacciones mal pensadas, terminan en crisis”. “Aunque no nos parezca, y aunque creamos que peor no se puede estar, la situación todavía puede empeorar. Por eso es necesario que las respuestas que se tomen no sean adoptadas sin pensarlas previamente. En esto también es importante la labor del economista, ya que la gente tiene que saber que las cosas pueden salir bien pero, también, pueden salir mal”, finalizó.

 

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