Clases virtuales en la pandemia: más de la mitad se sienten cómodos con ellas

Una encuesta hecha a nuestra comunidad educativa reveló que el 57 % de los docentes y el 53 % de los estudiantes que cursaron durante el primer cuatrimestre no tuvieron inconvenientes.

22-09-2020

El 57 % de los docentes y el 53 % de los estudiantes de la UNTREF que respondieron una encuesta sobre su experiencia durante el primer cuatrimestre virtual implementado a causa de la pandemia de la covid-19 aseguraron sentirse cómodos y no haber tenido inconvenientes con las plataformas. En total, participaron del relevamiento 481 docentes y 2842 alumnos.

Además, la encuesta contempló antecedentes en capacitaciones, materias, carreras y cursos virtuales. Mientras el 56 % de los docentes señaló haber participado de alguno de ellos con anterioridad, los alumnos lo hicieron solo en un 21 %.

Asimismo, el 74 % de los estudiantes afirmó haber cursado todas las materias en las que se inscribieron. Un 55 % utilizó notebooks, el 20 %, computadoras de escritorio, y el 18 %, celulares. 

El buen ritmo académico tiene un correlato en que el 64 % declaró tener un espacio privado para poder cursar y estudiar.

En relación con la conectividad, el 97 % de los alumnos aseguró tener servicio de internet o WiFi en su casa, y el 78 % expresó no haber tenido problemas para comprender el uso de las plataformas. 

El 90 % de ellos tuvieron videollamadas y clases en vivo, y también se midió su percepción sobre las mismas. En tanto el 54 % consideró que fueron muy buenas o buenas, el 35 % estimó que fueron regulares. 

Por último, se indagó en qué aspectos extrañan más de ir a la universidad y cursar de manera presencial. Un 82 % contestó que lo que más añoran es la dinámica de la clase presencial, un 73 %, el encuentro con sus compañeros y compañeras, un 30 %, otros servicios de la universidad tales como el menú estudiantil o la biblioteca, y un 6 %, las actividades deportivas.

Otro de los aspectos que registró la encuesta fue la cantidad de asignaturas a las que cada profesor estuvo afectado: el 60 % dictó una sola materia, el 25 %, dos materias, el 11 %, tres o más materias, y hubo un 4 % que dejó en blanco la pregunta. En cuanto a los dispositivos utilizados, la mayoría indicó que fueron notebooks (74 %) y el resto computadoras de escritorio (15 %). 

Más allá de los datos positivos, el relevamiento también desnudó una serie de problemas, como el cansancio mental, la superposición de las tareas de cuidado con las actividades académicas, la necesidad de tener que compartir los dispositivos con otros y, en algunos casos, la falta de herramientas tecnológicas acordes.

Entre los docentes, el 10 % comentó que tuvo que adaptarse y que al comienzo estuvo incómodo, inseguro o ansioso; un 7 % anunció sentirse agotado y con dolores musculares y en la vista; y otro 7 % advirtió tener dificultades con la modalidad virtual, falta de elementos o elementos desactualizados.

Por su parte, de los alumnos que contestaron el formulario, el 37 % manifestó compartir los dispositivos electrónicos con alguien más y el 25 % que tienen hijos o personas a cargo que se superponen con la cursada.

La encuesta, impulsada desde la Secretaría Académica con la colaboración del área de Gestión de la Información de la Universidad, tuvo como objetivo conocer las opiniones de docentes y alumnos que previamente a la pandemia concurrían presencialmente a las aulas y que por emergencia sanitaria tuvieron que adecuarse de forma imprevista a la modalidad virtual.

El relevamiento, que se realizó entre julio y agosto de 2020, tuvo la ayuda de los coordinadores de carrera, la Secretaría de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil y el Centro de Estudiantes, y se llevó adelante con la intención de conocer la percepción que estas dos poblaciones tenían sobre los beneficios y las limitaciones de la enseñanza virtual y de los nuevos modos de comunicar, de cara a poder mejorar algunos procesos para el segundo cuatrimestre.

Celina Curti, coordinadora general del Área de Gestión de la Información y de la Licenciatura en Estadística, hizo una lectura de los números enfocándose en algunos de los aspectos problemáticos. 

Curti dijo que la adaptación fue abrupta y se refirió al cansancio que algunos docentes sienten. “Esto nos cambió todo. Hay docentes que están muy sobrecargados porque pretenden hablar cuatro horas seguidas, y no les da resultado. Tenemos que acompañarlos mucho para ayudarlos a que no repliquen en una modalidad virtual la modalidad presencial, porque es distinto. Es todo un proceso, vamos aprendiendo día a día. Por eso es importante reforzar la capacitación en la didáctica de la virtualidad”, indicó. 

Acerca de los estudiantes, expresó que también operó una transformación sustancial. “Antes los estudiantes iban a la universidad, ahora la universidad va a las casas de los estudiantes. Eso ha puesto de manifiesto muchas situaciones, como por ejemplo tener que compartir la computadora con otros miembros de la familia, que también la necesitan para trabajar o para estudiar”, señaló.

Por otro lado apuntó que a muchos alumnos les modificaron los horarios laborales, y eso hizo que se plantearan otras alternativas de cursado. “Algunos no podían seguir el tiempo sincrónico de las clases y tenían que desconectarse, así que los docentes empezaron a colgar videos y materiales para que vayan manejándose entre lo sincrónico y lo asincrónico”, explicó.

Curti aclaró que si bien la mayoría de los estudiantes no presentan problemas de conectividad, la encuesta también detectó aquellos que sí los tenían para poder mejorar su situación. “La idea es que a través de la Secretaría de Extensión se gestionen becas de conectividad ofrecidas por el Ministerio de Educación”, graficó sobre otra de las iniciativas.