Profesor de la UNTREF participa de investigación colectiva en la prestigiosa Nature

Daniel Feierstein, profesor y director del Centro de Estudios de Genocidio de la UNTREF, fue uno de 386 científicos invitados por la prestigiosa revista científica Nature para desarrollar el estudio.

03-11-2022

La prestigiosa revista científica Nature publica, en su edición 611, A multinational Delphi consensus to end the COVID-19 public health threat (Consenso Delphi internacional para acabar con la amenaza del COVID-19 a la salud pública), un documento con los resultados de una investigación de la que participaron 386 científicos de todo el mundo para reflexionar, desde su disciplina, sobre la gestión del fenómeno pandémico en todo el mundo.

Daniel Feierstein, uno de los científicos convocados, es Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires (UBA), investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), profesor titular de la UBA y de la UNTREF, donde dirige el Centro de Estudios de Genocidio  CEG-UNTREF. Otros cuatro científicos argentinos participaron de la investigación: Rodrigo Quiroga (químico, UNC-CONICET), Jorge Aliaga (físico, UBA y Hurlingham), Andrea Pineda (oceanógrafa, UBA) y Daniel Maceira (economista, UBA-CONICET)

El paper publicado en Nature reúne las firmas de un panel diverso y multidisciplinario de expertos académicos de 112 países que, a través del sistema Delphi —un método científico en el que se busca el consenso sobre un tema a través de rondas de preguntas- y más de un año de trabajo, redactaron un documento que recomienda acciones específicas para poner fin a la persistente amenaza del COVID-19 para la salud pública global. El panel desarrolló un conjunto de 41 declaraciones consensuadas y 57 recomendaciones considerando seis distintos aspectos: comunicación, sistemas de salud, vacunación, tratamiento y atención, prevención e inequidades.

“La contribución de Feierstein en la investigación sobre el fenómeno pandémico que publica Nature es de relevancia internacional. Son cinco los investigadores de nuestro país que participan y uno de ellos es profesor e investigador de la UNTREF”, dijo el rector Aníbal Jozami. Además valoró, especialmente, la inclusión de la dimensión social en la investigación: “El factor social es, precisamente, el que permite comprender las particularidades que tuvo la gestión de la pandemia en América Latina”.

Por su parte, Feierstein señaló: “Trabajé junto con otros científicos de la misma disciplina de todo el mundo y el foco estuvo puesto en la importancia de tomar en cuenta las características sociales, es decir, el factor situacional en el fenómeno pandémico”. Y agregó: “La falla en la comprensión de los fenómenos epidémicos como eventos eminentemente sociales jugó un rol preponderante en las fallas de distintos gobiernos en la gestión de la catástrofe en América Latina”. “Como ejemplos, basta señalar la distancia entre la voluntad pública en salud y sus efectos en los comportamientos sociales, mediada por las formas de comunicación; el escaso rol asignado a las organizaciones sociales como vectores fundamentales de políticas de salud que en América Latina pudo resultar un hecho significativo y fue desaprovechado; la distribución desigual de los recursos de salud o la concentración en la atención de los cuadros graves en detrimento de las políticas de prevención”, explicó.

El grado de consenso logrado por el panel puede resumirse en seis conclusiones transversales a las que, según los firmantes, los tomadores de decisiones deben prestar especial atención:

(1) El SARS-CoV-2 todavía está presente entre nosotros, a pesar de que algunos gobiernos avanzaron. Se requieren esfuerzos y recursos continuos para salvar vidas. Existen cepas de las cuales aún pueden surgir variantes preocupantes. La financiación de base amplia para desarrollar vacunas inmunogénicas de larga duración debe proceder junto con otras medidas de prevención.

(2) Las vacunas son una herramienta eficaz contra el COVID-19 pero, por sí solas, no acabarán con el virus  como una amenaza a la salud pública. La vacunación como única estrategia de respuesta a una pandemia tiene limitaciones debido al escape inmunitario, disminución de la inmunidad, acceso desigual, reticencia a la vacunación y la ausencia de estrategias de inmunización. Se necesita un enfoque multifacético de vacunas de salud pública, que incluya pruebas, vigilancia, tratamiento, participación de la comunidad e implementación de medidas de prevención social (como mascarillas, distanciamiento y cuarentena), intervenciones estructurales (como ventilación y filtración de aire) e incentivos financieros (por ejemplo, medidas de apoyo).

(3) Se necesita una colaboración multisectorial que se centre en las comunidades y fomente la confianza. Poner fin al COVID-19 como una amenaza para la salud pública requiere enfoques de toda la sociedad y de todo el gobierno que involucren a líderes y organizaciones comunitarias de confianza, expertos científicos, empresas y otras disciplinas y sectores. Este grupo ampliado de colaboradores puede abordar mejor las diversas necesidades con respecto a los modos de acceso, comunicación, innovación y confianza entre las diferentes poblaciones

(4) Los sistemas de salud receptivos son cruciales para responder a la pandemia de COVID-19 y requieren un apoyo gubernamental coordinado; la demanda persistente sobre los sistemas de salud requiere proteger el bienestar físico y mental de los trabajadores de la salud; reducir las barreras económicas para el equipo y el tratamiento, incluido el abordaje de los factores de la cadena de suministro; Fortalecer la atención primaria y la adopción de un enfoque integral, intersectorial y multinivel para las actividades de preparación y respuesta.

(5) Las fuerzas adversas desafían los esfuerzos para poner fin a la amenaza para la salud pública de COVID-19. Contrarrestar a los actores estatales soberanos abiertamente antagónicos a la ciencia y la salud pública y otras entidades con intereses creados que difunden información falsa. Las autoridades de salud pública deben generar confianza en las comunicaciones basadas en evidencia y asociarse con quienes monitorean y responsabilizan a quienes difunden información falsa.

(6) Ninguno de nosotros está a salvo hasta que todos estén a salvo. Las desigualdades pandémicas deben terminar. Esto incluye tener en cuenta los determinantes sociales de la salud preexistentes, abordar el acceso a vacunas, pruebas, otros suministros y tratamientos asequibles, así como prestar especial atención a las necesidades de los grupos vulnerables (como las personas mayores, inmunocomprometidos, niños y trabajadores de la salud).

El paper completo puede leerse en el sitio de la revista Nature a partir del 3 de noviembre de 2022 a las 13 horas (Argentina) y a las 16 horas (Reino Unido) en el siguiente enlace: https://www.nature.com/articles/s41586-022-05398-2

Daniel Feierstein ha publicado 9 libros: Seis estudios sobre Genocidio (1997, reeditado en 2000, 2008 y 2020, ganador del Primer Premio Municipal de Ensayo de la Ciudad de Buenos Aires, 2000-2001), El genocidio como práctica social (2007), Memorias y representaciones. Sobre la elaboración del genocidio I (2012), Juicios. Sobre la elaboración del genocidio II (2015), Introducción a los estudios sobre genocidio (2016), Los dos demonios recargados (2018), La construcción del enano fascista (2019) y Pandemia. Un balance social y político de la crisis del COVID-19 (2021).

El CEG-UNTREF que dirige Feierstein es la primera institución en América Latina dedicada al estudio comparativo de las prácticas sociales genocidas. Reconocido a nivel nacional e internacional, sus investigaciones han sido utilizadas en numerosas universidades de Europa, Estados Unidos, Australia, Brasil, Chile, México y Uruguay, así como en numerosos juicios por violaciones a los derechos humanos desarrollados en la Argentina a partir de 2003.