Por la cuarentena se registraron atenuaciones de ruido en CABA

Desde el Centro Integral de Servicios Tecnológicos de Acústica y Sonido (CISTAS) de la Universidad aseguran que esta baja en los niveles de ruidos ambientales puede contribuir en la toma de conciencia sobre el impacto de la contaminación sonora.

24-04-2020

El confinamiento de las personas en sus casas impuesto en la mayoría de los países del mundo a raíz de la pandemia provocada por el nuevo coronavirus tuvo su impacto en el medio ambiente. Se registraron cambios en el comportamiento de los animales, mejoras en la calidad del aire, menores desplazamientos de la corteza terrestre y disminución de la contaminación sonora. 

Con un objetivo orientativo respecto de si realmente se redujo el ruido en Buenos Aires a partir de la cuarentena obligatoria y en el marco del Día Internacional de la Concientización sobre el Ruido, que se celebra el 29 de abril, desde hace dos semanas, un grupo de ingenieros y estudiantes de la carrera de Ingeniería de Sonido de la UNTREF comenzaron a medir, desde sus casas y con diversos instrumentos, los niveles de ruido en distintos puntos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Alejandro Bidondo, director de la carrera y del CISTAS, explicó que por ahora las mediciones se están realizando en los barrios de Saavedra, Villa Devoto y La Paternal, y que el objetivo es hacer una cadena cada vez más grande de profesionales que puedan medir para luego presentar un informe que arroje conclusiones. 

“En una zona de Saavedra cercana a la Avenida General Paz hubo una atenuación del ruido diurno mayor a 15 decibeles. En este caso, las personas sienten una atenuación subjetiva a menos de la mitad del ruido habitual. Los que viven ahí están experimentando mejor calidad de vida y esto probablemente se replica en todo CABA”, aseguró el ingeniero. Al mismo tiempo, aclaró que es erróneo calcular estas disminuciones en términos de porcentajes porque el decibel es una escala logarítmica.

Bidondo explicó que el ruido se define como todo sonido que causa displacer o molestia y esto impacta en la calidad de vida de las personas. “En las grandes ciudades las principales fuentes de ruido son el tránsito, la cantidad de vehículos que pasan por hora, el ruido aéreo y de los trenes, y las industrias, incluidas las de recreación”, aseguró.  

El Mapa Estratégico de Ruido de la Ciudad de Buenos Aires, de cuya elaboración participaron estudiantes y graduados de la UNTREF, muestra que Buenos Aires tiene una gran contaminación sonora. “Experimentar esta baja en los decibeles de ruidos durante la cuarentena puede incidir por ejemplo al momento de elegir a dónde mudarse”, expresó Alejandro Bidondo y destacó este mapa como una excelente herramienta para tomar este tipo de decisiones. 

El Día Internacional de la Concientización sobre el Ruido fue instaurado en 1996 por el Centro para la Audición y Comunicación (CHC, por sus siglas en inglés), y se celebra el último miércoles de abril de cada año con el objetivo de alertar y crear conciencia en la población sobre los riesgos que tiene el ruido para el trastorno auditivo en particular, y la salud en general. A su vez, 2020 es el Año Internacional del Sonido, promovido por la International Commission for Acoustics (ICA).

Para el director de la carrera de Ingeniería de Sonido esta pandemia que estamos viviendo es una buena oportunidad para intentar instalar una conciencia más ecológica. “El ruido es la suma de infinidad de fuentes. Si cada uno hace un ruido de 40 decibeles, que es muy bajo, eso se potencia en la sumatoria de personas. De lo que se trata es de hacer el menor ruido posible, siempre pensando en el otro y en el ecosistema. Si esto se traslada a las empresas, se toma conciencia de cumplir con las normativas. Si se incluye desde los gobiernos, se llevarán a cabo más controles. Si cada uno toma conciencia de su puesto como actor en la sociedad eso generará un cambio”, expresó Bidondo. 

Otras lecciones que nos deja la pandemia 

La actividad del ser humano no solamente se detecta o es mensurable en términos de ruido sino que también se redujo la magnitud en la que vibra la tierra. Diversos informes sismológicos muestran científicamente cómo cayeron sustancialmente los valores durante la cuarentena en distintas partes del mundo. 

Si bien estos cambios no son suficientes ni sostenibles, para Bidondo “luego de la pandemia si las personas toman conciencia de los cambios ambientales que se sucedieron van a poder tomar decisiones respecto de su calidad de vida. Por la fuerza se ha demostrado que hay actividades que podemos hacer desde casa, como reuniones virtuales o teletrabajo. A su vez, esto puede llevar a que muchas personas busquen otros lugares donde vivir, alejados de las grandes ciudades, lo que contribuiría a la reducción del ruido ambiental”.

“Lo que cabe pensar en este momento es si vamos a volver a agredir al planeta como lo venimos haciendo. Desde el punto de vista del sonido esta conciencia de lo comunitario, de lo empático, es una buena oportunidad para llevar adelante una conciencia más ecológica, donde cada uno haga el menor ruido posible, pensando en términos de sociedad y no del individuo”, concluyó el ingeniero. 

El CISTAS 

Este Centro desarrolla en Argentina y en la región actividades de asesoramiento, acompañamiento tecnológico, control y certificaciones metrológicas en temas atinentes a la ingeniería, aplicables tanto en organizaciones públicas como privadas, comerciales, industriales y de servicios, así como en toda la sociedad. 

Para más información escribir a cistas@untref.edu.ar