SECRETOS DE AUTOR: Diana Schufer

Gran parte de mi tiempo lo dedico a escuchar en mi consultorio, un espacio privado y público a la vez, aunque lo escuchado queda en el terreno de la intimidad.

Como artista, Éste es, sin duda alguna, el disparador de ideas para mis instalaciones que giran entorno al lenguaje del erotismo, para lo cual utilizo el formato de la entrevista como una herramienta.

En cada proyecto tomo al espacio como punto de partida porque es el que define de alguna manera el clima que tendrá cada obra. Es allí donde se va a desplegar su materialidad, el lugar que van a ocupar las diferentes voces, que en “Punto de Fuga” serán las paredes, en “Hasta el Final”, los sillones con parlantes escondidos, y en “Nocturno”, parlantes colgando del techo.

Si bien las voces son las únicas protagonistas, los colores de las telas y el de las paredes colaboran en la generación del ambiente deseado. Me apropio del espacio por entero con la intención de atraer al espectador para hacerlo interactuar con la obra.

La creación de un espacio público pero íntimo, donde la unión de las diferentes voces generan un murmullo, lo habilita a convertirse en receptor de una voz única en la escucha de cada relato a medida que se aproxima a los diferentes parlantes.

Una vez que tomo la decisión y tengo definida la puesta en escena, puedo resolver la cantidad de parlantes a utilizar y el diagrama de su distribución en el espacio. El paso siguiente es definir cuál será la pregunta que funcionará como el disparador de los relatos, que es el eje de la narración, y es, recién entonces, cuando comienza la búsqueda de los posibles candidatos a ser entrevistados.

Ese es el momento en el que convoco al iluminador y al sonidista. Trabajamos juntos en la elección de los materiales que se ajusten al proyecto, en esta búsqueda de definiciones concretas se produce una etapa de intercambio sumamente enriquecedor, es una de las etapas en que más disfruto del trabajo.

Para el proceso de edición utilizo el programa Nuendo-Steinberg. Junto con el sonidista trabajamos en la búsqueda de las partes más interesantes de los relatos,  que también deberán escucharse lo más naturales y espontáneos posibles. Además de cortar y pegar hay que eliminar los ruidos y equilibrar los volúmenes, previo a la construcción de la secuencia definitiva de los relatos.

Dependiendo de la cantidad de voces, selecciono el tipo de reproductor, si son numerosas utilizo la computadora con un software multitrack y con una placa de sonido con varias salidas. Los parlantes son standard, los que habitualmente se utilizan con la computadora. Y luego… cables, muchos metros y metros de cables.

Nocturno se expuso por primera vez en la Sala J del Centro Cultural Recoleta, en el 2007, los espacios grandes me resultan un interesante desafío. Hasta ese momento había hecho varias obras en espacios bien definidos y pequeños, apoyadas en algún tipo de soporte como paredes o sillones.

La amplitud de la sala me disparó una imagen diferente, vinculada al murmullo general que se escucha al caminar por una calle poblada de transeúntes. Los espectadores no deberían verse entre sí ni sentir la cercanía de los otros, debían perderse, desdibujarse, tenía que eliminar toda posible interferencia para una escucha concentrada, y fue entonces cuando apareció la imagen de la noche. La gente caminando en la noche con sus íntimas historias.

En esta obra la pregunta que funcionó como disparador de las entrevistas tenía que ver con el relato de una relación intensa, describiendo sus características y el desarrollo del vínculo. En la búsqueda de los protagonistas, que en su inicio fueron amigos o conocidos, se fue generando una red de derivaciones.

Cuando el tema esta vinculado al sexo, es más difícil conseguir voluntarios. En algunas oportunidades me ha sucedido que luego de la entrevista se han arrepentido y me han pedido que no los incluya en la obra, en ese caso les ofrezco modificar la voz en la edición para que no se reconozcan, por lo general aceptan. 

En los encuentros no busco ningún tipo de preparación o charla previa con los entrevistados porque perdería la naturalidad del primer relato. Mi profesión de psicóloga me dio las herramientas para lograr que la gente se sincere con facilidad generando un clima de intimidad, casi confesional que será trasladado a la escucha del espectador cuando se acerque al parlante.


imagen y sonido

imagen y sonido