CURADURÍA – NOCTURNO
Gabriela Salgado

Curadora independiente
Londres, Inglaterra
Julio 2007

NOCTURNO

Es de noche en la ciudad, y el azul del firmamento porteño invade la sala de un museo acompañando con su tenue penumbra una sinfonía de voces.

Nocturno, la instalación que Diana Schufer presenta en el Centro Cultural Recoleta. Ofrece una experiencia altamente sensorial: decenas de voces de seres sin rostro desgranan la intimidad de sus confesiones en la oscuridad de la sala. Los testimonios de personas anónimas habitan el entorno inmediato como ecos de nuestra memoria, o se transmutan en llaves para abrir puertas a lo desconocido.

Conceptualmente, la obra de Schufer tiene como eje su experiencia de terapeuta: las constantes confesiones de hombres y mujeres que desvelan su intimidad en la atmósfera contenida del consultorio configuran la matriz de su trabajo. Será por eso que emplea en su obra artística el formato simple de la entrevista para obtener relatos íntimos de sus interlocutores, pero en este caso las confesiones no persiguen la curan, sino simplemente el formar parte de un tejido sonoro con gran poder evocativo.

Con esos relatos, Diana - como Penélope - teje una malla de historias sin final que abriga en su propio seno la esperanza de una posible llegada a un destino-puerto, o de la partida de una lejana tierra exótica: la de nuestra perplejidad ante la intimidad del amor y el desamor.  Los relatos, intensamente personales, nos llegan desde varios puntos de la sala como estrellas fugaces que aparecen en el firmamento: ecos del pensamiento, cantos de corazones anhelantes se desatan alrededor y nos convierten en testigos - o tal vez en voyeurs?

Nocturno nos hace sonreír o nos desconcierta: buscamos la intimidad del amor y al mismo tiempo nos soltamos de su mano, como niños enloquecidos corriendo detrás de un juguete rabioso.

Desde sus inicios, el trabajo de Schufer gira alrededor de dos temas fundamentales que se ubican en el epicentro de las relaciones humanas: amor e intimidad sexual. Para presentar esos relatos grabados crea espacios oscurecidos que convierten al sonido en protagonista. De esta manera, los susurros sostienen nuestra atención con persistente sutileza invitándonos a acercarnos más, a buscar un contacto con el testimonio, para tal vez descubrir algo de nosotros mismos sin otro estímulo que el aural.

Al brindarnos la intimidad de sus secretos ajenos, Diana - como Penélope - Schufer nos permite penetrar los misterios del amor para maravillarnos una y otra vez ante la manera en que éste constantemente nos transforma y estimula a seguir adelante, como si fuese un faro que alumbra nuestro navegar nocturno.

MEMORIA DESCRIPTIVA
NOCTURNO, instalación sonora


Nocturno es una instalación sonora interactiva. La obra se termina de construir en el espacio y con la escucha de los espectadores.

En esta ocasión no hay camas, ni almohadas ni paredes, ni sillones. Sólo penumbra, como un modo de invitar a permanecer en silencio y así poder escuchar los relatos de diferentes personas que cuentan, susurrando, sus intensas experiencias íntimas. La poca luz crea un ambiente nocturno, es la imagen del inconsciente, el mundo de los sueños, es ese espacio interno donde uno guarda sus vivencias como algo muy valioso. Es un cofre que se abre y así quienes caminan por la sala, como si fuera de noche y deambularan por la ciudad vacía, pueden conectarse con sus propias historias y de este modo comienzan a ser parte de la instalación.

La imagen de la instalación se cierra con el público, que entra a la sala y se ve rodeado por voces desconocidas. La luz es muy leve, todos son anónimos, los espectadores y las voces que revelan intimidades.
imagen y sonido

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