Se presentó la nueva Diplomatura Superior en Humanidades Ambientales

La Universidad lanzó una propuesta formativa que desde el cruce entre arte, ciencia y tecnología ofrece nuevas herramientas para hacer frente a las crisis ecológicas y culturales actuales.

03-08-2021

La nueva Diplomatura Superior en Humanidades Ambientales en el cruce del Arte y la Tecnología de la UNTREF fue presentada de manera virtual por sus responsables y otros invitados especiales, como el experto colombiano en estudios culturales Alejandro Ponce de León, destacando su relevancia en un contexto signado por las crisis ecológicas y culturales.

La directora y coordinadora de la Diplomatura, Gabriela Munguía, aseguró que el arte en sus cruces con la ciencia y la tecnología “es un esfuerzo de lucha para ir hacia una visión planetaria más sustentable y más justa en términos de cohabitación y cooperación”.

La responsable del nuevo espacio académico enfatizó que en torno a él hay una intención muy clara de generar un cuestionamiento a los sistemas de pensamiento dominantes. “No dejar que se nos impongan esos deseos que terminan siendo superfluos, hegemónicos, extractivistas y violentos. Aquí radica esta búsqueda por una ruptura epistemológica, la diplomatura nace alrededor de estas reflexiones”, expresó, agregando que la flamante carrera es un aporte para “recrear nuestros paradigmas y cosmovisiones sobre las formas en que generamos conocimiento y definimos el mundo”.

Además, señaló que otro de sus rasgos salientes es la convergencia de diferentes disciplinas, no solo tradicionales. “Nos interesaba que la diplomatura cuente con docentes que vinieran de los más diversos campos, desde de la filosofía, la sociología, el arte, la arquitectura, la ingeniería ambiental y la comunicación. Estamos muy contentos y agradecidos por todos los que se han animado a subirse a este barco”, contó.

Munguía dijo estar convencida de que el mundo de hoy exige “pensar transdiciplinariamente pero también indisciplinadamente”, y planteó que desde la diplomatura y los saberes que impulsa se puede nutrir la práctica artística de herramientas para hacer frente a los retos del mañana.

Asimismo, explicó el peso que tienen las humanidades ambientales como nueva área de conocimiento. “Abrazan muy diversas disciplinas, pero también saberes múltiples que hacen hincapié en la importancia de hacer alianzas para exponenciar movimientos o comunidades que están en lucha por reconstruir nuestro mundo herido, y hacia este ideal llamado futuro”, sintetizó.

Por su parte Mariela Yeregui, directora de la Maestría en Tecnología y Estética de las Artes Electrónicas, ámbito en el que se incubó la nueva propuesta, llamó la atención sobre el anclaje local que tiene. “Cuando empezamos a pensar este espacio sabíamos que había que construirlo críticamente, pensarlo desde una perspectiva diferente a las perspectivas centrales. Estamos en un contexto determinado con una carga geolocal determinada y eso nos ponía ante un inmenso desafío: pensar de manera situada nuestras prácticas reflexivas y artísticas”, indicó.

Yeregui hizo un recorrido por el papel pionero que tuvo la UNTREF en la región al establecer por primera vez carreras que abordan el cruce entre arte y tecnología, y relató que de esos años de trabajo y de las distintas líneas de investigación que se fueron abriendo surgió la diplomatura. “Una de ellas se fue consolidando cada vez más, la rama que tiene que ver con preguntarse y generar discursos críticos sobre lo viviente y el arte”, apuntó.

Sobre los proyectos de investigación que dieron pie a la nueva carrera habló una de sus docentes, la artista e investigadora Ana Laura Cantera.

“Desde hace años en el ámbito de la Maestría venimos trabajando cómo vincularse con la naturaleza no extrayendo esa naturaleza hacia un laboratorio o una institución, sino yendo a territorios específicos para trabajar con agentes que encontramos en esos contextos”, graficó.

Así, dijo que en estas iniciativas el eje está puesto en la sustentabilidad y en la creación de nuevos materiales “que nos permitan pensar las nuevas relaciones con los otros no humanos y cómo reflexionar acerca de estos compañeros en la contemporaneidad desde posiciones no antropocentradas”.

En ese sentido, Cantera mostró algunos proyectos en los que opera el principio de la cocreación, cuando la producción artística se genera en un diálogo entre el humano y otros organismos. La artista y profesora ilustró con imágenes de una obra evolutiva en la que una estructura viva de hongos exhibida en la sala de un museo va creciendo y formando diferentes paisajes a partir del estímulo que recibe de unos sensores y dispositivos electrónicos. “La tecnología es un elemento político y más cuando usamos agentes no humanos que comparten mi contemporaneidad”, completó.

Finalmente, el especialista de la Universidad de California, el colombiano Alejandro Ponce de León, retomó una definición de su compatriota Erika Flores que sostiene que el arte es un espacio para producir conexiones ilegales. “Pensando en el apellido de este programa, el cruce entre arte y ciencia, pienso en esos cruces que son conceptualmente ilegales, al menos en nuestra tradiciones de pensamiento. Creo que la función de quienes se consideran artistas es crear esas conexiones, y no creo que haya más arte que aquel que se conecta con la ciencia y espacios que no son los habituales”, comentó, 

En su intervención, Ponce de León subrayó la importancia de “afectar a los públicos para que colectivamente pensemos otras formas de relacionarnos” al tiempo que ponderó el peso de las tradiciones americanas en este joven campo de estudio que son las humanidades ambientales.

“Las relaciones entre lo humano y lo natural están en el pensamiento de los pueblos ancestrales. Pensar en un programa en humanidades ambientales en América Latina es no solo traer conversaciones que están pasando en el norte global sino recuperar esos valores ancestrales, esas maneras de conocer y relacionarnos con el mundo”, concluyó.