El peronismo de hoy busca construir consensos

En el 75 aniversario del 17 de octubre de 1945, referentes del mundo de la política y de los estudios históricos reflexionaron sobre el presente del movimiento y las repercusiones de aquella gesta.

16-10-2020

Los especialistas coinciden en que el movimiento peronista se encuentra en una nueva fase histórica caracterizada por la construcción de consensos y la incorporación de nuevos sectores. Esta conclusión fue el resultado de dos días de debates y exposiciones durante las Jornadas Virtuales 75 años de Peronismo organizadas por el Centro de Estudios de Memoria e Historia del Tiempo Presente (CEM) de la UNTREF que abordaron la actualidad del peronismo y revisaron su pasado.

El director del Centro de Estudios del Pensamiento Argentino de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario, Juan Giani, indicó que el pensamiento peronista tiene una vertiente conflictivista y otra comunitarista, y que la figura de Alberto Fernández convoca la segunda tendencia. 

“La vertiente conflictivista es la idea de que en política hay un nosotros y un ellos, una frontera antagónica. La segunda vertiente, la comunitarista, sostiene que la política consiste en construir comunidad, en buscar la armonía y la concordia. La figura de Alberto Fernández tiene mayor disposición para penetrar al menos parcialmente el mundo identitario del adversario, a partir de construir consensos transformadores”, señaló el experto  

Por otro lado, dijo que el actual gobierno también tiene la singularidad de que a diferencia de los otros peronismos se enfrenta a un contexto histórico adverso. “El gobierno del Frente de Todos está lidiando con una tendencia histórica bien diferente a la que expresa, es un gobierno nacional y popular en un contexto geopolítico latinoamericano claramente derechizado, y ahí tenemos un problema, que parecería indicar que la necesidad de construir consensos transformadores es aun mayor”, continuó. 

Sin embargo, Giani reconoció el contrapeso necesario que genera la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Conflicto y comunidad, Cristina y Alberto. Eso que la derecha intenta representar como permanente motivo de discrepancia, esa erosión sobre la fórmula presidencial dice algo que en parte es verdad, solo que no es un problema si se conduce bien. La política, y así fue el peronismo siempre, es una combinación entre conflicto y comunidad, es un problema de cómo se dosifica”, estimó. 

Según la profesora consulta de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, investigadora del CONICET y referente del feminismo, Dora Barrancos, la novedad de este gobierno reside en la incorporación de los feminismos y de las diversidades

“Hay un cambio notable en los propios años del kirchnerismo. Los feminismos populares son una vertiente muy fuerte del Frente de Todos. La condición de posibilidad de inclusión de lo que llamamos las diversidades es completamente novedoso en el peronismo”, expresó. Barrancos definió a Alberto Fernández como una figura políticamente muy sensible. “Frente a estas cuestiones tiene una altísima sensibilidad. En ese punto hay una construcción de avance”, comentó, y citó como ejemplo más sobresaliente la creación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad.

Para el investigador del CONICET y profesor del Instituto de Altos Estudios (IDAES) de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), Alejandro Grimson, el peronismo que se reagrupó en 2019 lo hizo con otras corrientes políticas del centro hacia la izquierda para enfrentar al macrismo.  

“Creo que a veces corremos el riesgo de perder de vista cuál es la discusión política de fondo, cuáles son los riesgos que tiene la Argentina y cuál es el mapa geopolítico. El peronismo lo que tiene que hacer es poner el nuevo acuerdo social al frente de los objetivos de la Argentina para que sea productiva, que genere empleo, que exporte, que incluya. La responsabilidad es instrumentar el camino que necesita la Argentina con el mayor consenso”, opinó. 

Retomando lo planteado por Giani, el investigador insistió en que el peronismo siempre tuvo un componente pragmático. “Nace como un movimiento vinculado al gobierno y a la transformación efectiva. El peronismo tiene una necesidad de lograr derechos efectivos para el pueblo”, apuntó. 

Por su parte, el director del CEM y director nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario del Ministerio de Defensa de la Nación, Eduardo Jozami, coincidió en que hoy el peronismo debe predicar el diálogo y buscar los consensos más amplios para gobernar. “Tenemos que evitar caer en la trampa que nos tienden de que la preocupación en la gobernabilidad no nos permita avanzar en la transformación”, advirtió. 

Jozami reflexionó sobre la perdurabilidad del peronismo y aseguró “que se va redefiniendo cada vez”. De acuerdo a él, esa persistencia a lo largo del tiempo se debe a que se ha convertido en una cultura política, en algo que expresa un conjunto de valores que comparte gran parte de la sociedad. “Hay una unidad en lo que podríamos llamar el pensamiento de Perón. Superadas las coyunturas de cada gobierno, en ese ideario básico siempre está la presencia del Estado para garantizar el control de los mercados, el ingreso popular y el crecimiento de la economía, y una mayor vocación de justicia social, de autonomía nacional e integración latinoamericana”, aseguró.

Mitos alrededor del 17 de octubre

Durante las jornadas, algunos expositores se ocuparon de derribar ciertos mitos vinculados a la movilización del 17 de octubre y a los 10 años de gobierno peronista que siguieron. Entre ellos, el director del Archivo General de la Nación, Marcos Schiavi, cuestionó la idea de que los trabajadores hayan sido cooptados por un líder carismático. “Hay una idea de un movimiento obrero peronista monolítico, subordinado, con falta de autonomía, y la realidad es que fue un movimiento muy fluido”, aclaró el disertante, señalando que hasta la dictadura de 1955 que derrocó a Perón, la CGT tuvo cinco secretarios generales. 

Para ilustrar su perspectiva, Schiavi habló de la alta conflictividad sindical que se extendió por todo el país y en todas las ramas de actividad entre 1946 y 1948 y que tuvo como protagonistas a los propios sindicatos peronistas. “Hay un punto central a considerar, el lugar y el peso que tuvo el movimiento sindical al interior de la planta. Ese poder se asentaba en dos cuestiones: por un lado los convenios colectivos como una suerte de normativa que lograba mayores beneficios y derechos por encima de las leyes nacionales, y por el otro las comisiones internas, que no son un invento del peronismo sino que durante el peronismo tomaron un volumen y poder inéditos”, afirmó.

Otro de los grandes mitos que se construyeron en torno a esos primeros años de gobierno peronista es la oposición de los escritores e intelectuales, algo que el ensayista y docente Guillermo Korn se ocupó de relativizar. Korn repasó algunas obras, como el poema “Esa primavera de 1945 en Buenos Aires”, escrito por Silvina Ocampo. “Con este poema Ocampo repone una fuerte confrontación pero también un reconocimiento de que los sectores vivos de esas fuerzas que se expresaban el 17 de octubre son aquellos que no solo ponían sus cuerpos en la calle sino que también escribían en la acera contra la prensa gráfica opositora al coronel”, ilustró.

El especialista también planteó que en noviembre de 1947 Perón mantuvo reuniones con diversos intelectuales y que uno de los asistentes a esos encuentros fue Jorge Newton, quien había nutrido las filas del Grupo Boedo. “Newton escribe cuatro artículos en el diario El líder, a los que les da un título común: ‘El gobierno, los intelectuales y el proletariado en la marcha de la revolución’. En ellos caracteriza el 17 de octubre como una fecha simbólica que adquirió forma como expresión de la voluntad popular. Concluye que se trata de una revolución que es argentinista y democrática”, detalló. 

Desde otra arista, la coordinadora académica del Programa de Estudios de Historia del Peronismo de la UNTREF, Carolina Barry, rescató la figura de Eva Duarte y analizó cuál fue su protagonismo real en la jornada del 17 de octubre. Según Barry, tanto desde el peronismo como desde el antiperonismo se le adjudicó un papel preponderante en el armado del 17 de octubre. 
 
“En ambos casos no hay ningún tipo de documentación que lo respalde y se genera cierta prevalencia fundamental del rol de Eva durante las jornadas de octubre. El diario Democracia, en el primer aniversario del 17 de octubre, y en los siguientes, lo único que mencionan de Eva es su lealtad. Los dirigentes sindicales prácticamente no la mencionan”, precisó Barry. 

La misma Eva, siguió Barry, negó su participación en el 17 de octubre explicando en una charla en la Escuela Superior Peronista que los protagonistas no habían sido ni la señora de Perón ni la CGT sino el pueblo, los obreros y los sindicatos. “Eva escucha el discurso de Perón dirigiéndose al pueblo en la Plaza de Mayo desde su departamento en la calle Posadas. Su principal actividad era la actuación, no tenia contacto con los gremios ni con los sectores militares. Lo que vemos entre la Eva del 17 de octubre que escucha el discurso por radio a la Eva del año 51 o del 52 es que en el medio hay una construcción formidable de uno de los personajes políticos más importantes de la historia argentina”, aseguró. 

Finalmente, el senador nacional y director general del Centro Internacional de Estudios Políticos (CIEP) de la UNSAM, Jorge Taiana, opinó que las demandas del 17 de octubre aún resuenan en el presente. “Sus demandas básicas siguen estando en la sociedad, la idea de una sociedad inclusiva, con derechos garantizados para la mayoría, de una sociedad no dividida en castas, ese reclamo no ha sido satisfecho por la sociedad argentina, y no ha sido satisfecho porque la elite no solo política sino económica no han aceptado eso”, expresó el político y académico. 

Taina definió al peronismo como una democracia social que da reconocimiento a los derechos sociales y laborales y que siempre encontró trabas para su consolidación en nuestro país. “Esto es verdaderamente dramático y es el problema central que tenemos como sociedad desde el punto de vista político”, concluyó. Por otro lado, remarcó que la proscripción del peronismo fue la estrategia para combatir el desarrollo del movimiento obrero, la sindicalización y la legislación laboral y social, agregando que ese es el gran objetivo del poder en Argentina que hoy apela a nuevos recursos.

“En los últimos años buena parte de la estrategia del poder de las grandes empresas, financiero y de los centros de pensamiento neoconservadores, ha estado más orientada a buscar cómo logramos que desde afuera, desde algún acuerdo internacional con la Unión Europea o el Fondo Monetario, se pongan límites externos a los derechos laborales y sociales. De alguna manera saben que no tienen capacidad de imponerle eso al conjunto de la sociedad, por lo tanto buscan elementos externos para disciplinar y limitar ese reclamo”, concluyó.

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