Metaverso: ¿una herramienta para evitar la realidad?

El especialista en innovación Alejandro Piscitelli explicó el crecimiento de este entorno digital y su irrupción en la cotidianeidad social. Para él, funciona como un refugio en el cual parte de la población escapa del mundo real.

30-08-2022

Para el coordinador del Seminario Filosofía de la Innovación Alejandro Piscitelli, el Metaverso puede erigirse como un espacio de resguardo ante la presencia de un mundo decepcionante, caótico y difícil de habitar. Además, sostuvo que, lejos de ser una tecnología liberadora, genera dependencia en las personas.

“¿Por qué prende la idea del metaverso? ¿Por qué hay gente que invierte o quiere invertir en él? La respuesta a esto no tiene nada que ver con la tecnología, tiene que ver con una gran decepción con el mundo en el que estamos viviendo. Además, creo que es una especie de retorno de lo reprimido, te prometen la tecnología liberadora pero te termina esclavizando”, destacó el especialista en innovación, contenidos digitales y filosofía. 

Piscitelli explicó que la idea de Metaverso no es nueva y manifestó que ya lleva más de 100 años de aplicación. “Se trata de una plataforma, de estar en un espacio 3D en el que se mantiene la identidad y la privacidad de las personas. En este ámbito, podés hacer todo tipo de trámites y transacciones que suelen ser iguales o hasta mejores que en el mundo real”, agregó. Arte, entretenimiento, educación, economía y salud son algunos de los campos en los que los metaversos marcan su presencia. Son, como declaró Piscitelli, entornos en donde los humanos interactúan e intercambian experiencias virtuales mediante el uso de avatares a través de un soporte lógico en un ciberespacio.

Las características del Metaverso son: interactividad (el usuario puede comunicarse con el resto de los usuarios), corporeidad (el entorno al que se accede está sometido a leyes de la física y tiene recursos limitados) y persistencia (aunque no esté conectado ningún usuario, el sistema continúa y las sesiones se inician donde las dejó el usuario la última vez que la utilizó).

Entre los mundos posibles se pueden identificar cuatro: juegos y mundos virtuales (entornos totalmente inmersivos siendo una experiencia para el usuario), mundos espejo (representaciones virtuales detalladas, como Google Earth), realidad aumentada (solucionan ciertas situaciones de nuestra vida cotidiana) y lifelogging (recogen datos sobre la vida cotidiana con el fin de aplicarlos mediante estadísticas).

“Cabe preguntarse por la existencia de un metaverso o de varios metaversos. Creo que si no existe la interoperabilidad (es decir, la posibilidad de conectar cualquier sistema operativo o cualquier dispositivo), lo que va a existir es un archipiélago de metaverso o metaversos sectorizados y parcializados”, remarcó el especialista.

Definido como la versión futura y más inmersiva de internet, Piscitelli dio cuenta del valor de inversión del metaverso y recalcó que, “según estudios económicos, se prevé que podrían tener un valor cercano a los 13 billones de dólares en el año 2030 y quienes hoy apuestan fuertemente son Facebook y Microsoft”.

Finalmente, el entrevistado habló del trabajo que se realiza desde la Universidad en relación con la innovación y destacó la importancia de la confluencia de disciplinas dispares y de la promoción de la interdisciplinariedad. “Nos interesa convocar a personas que están haciendo cosas interesantes en donde confluyen las disciplinas o las lecturas. Por ejemplo, geógrafos que están trabajando con videojuegos o bailarinas que desarrollan pedagogía o un programador que se interesa por la filosofía. Pares inusuales de profesiones que son pares inusuales de miradas y eso tomarlo en relación con el metaverso”, concluyó Piscitelli.