La UNTREF es pionera en incluir la perspectiva de género en una carrera de Geografía

Mediante un taller de lectura obligatorio, el área de Geografía le ofrece a sus estudiantes formación académica en cuestiones de género y Educación Sexual Integral (ESI).

12-10-2021

Con el dictado del Taller de lectura en problemáticas de geografía social y cultural, la UNTREF se convierte en la primera Universidad Nacional en incluir en el plan de estudios de sus carreras de Geografía una materia de carácter obligatorio para abordar la perspectiva de género y la formación en Educación Sexual Integral (ESI). Esta materia es común al profesorado en Geografía y a las licenciaturas en Geografía y en Sistemas de Información Geográfica (SIG).

A través de la Ley Nacional 26.150 el Estado creó el Programa de Educación Sexual Integral, iniciativa que tiene como objetivos principales incorporar la ESI dentro de las propuestas educativas orientadas a la formación de personas; promover actitudes responsables ante la sexualidad; prevenir los problemas relacionados con la salud en general y la salud sexual y reproductiva en particular; y procurar igualdad de trato y oportunidades para mujeres y varones.

Sin embargo, la legislación prevé obligatoriedad de formación en ESI en niveles de educación inicial, primario, secundario e institutos de formación docente, sin contemplar esta norma para la enseñanza universitaria. Ante esta situación, y teniendo en cuenta que con el profesorado en Geografía la UNTREF forma futuros docentes, se adoptaron estrategias para que la educación en estos conceptos alcance a los alumnos: "Adecuamos el Plan de Estudio para incorporar la ESI porque creemos fundamental que nuestros estudiantes -tantos quienes hacen las licenciaturas como quienes cursan el profesorado– comprendan la realidad de las temáticas que tradicionalmente abordamos haciendo foco en estas cuestiones", dijo el coordinador de las carreras de Geografía de la UNTREF, Adrián Iulita.

El coordinador indicó que en el Taller de lectura en problemáticas de geografía social y cultural se busca entender y analizar la cuestión de género en los movimientos sociales, las políticas públicas y el transporte, entre otras áreas. "Son muchísimas las problemáticas que se pueden abordar vinculando la geografía con el género. Por ejemplo cuando nos preguntamos si las paradas de colectivo tienen que estar instaladas en cualquier lugar o, si por el contrario, tienen que tener en cuenta cuestiones de seguridad para las mujeres", manifestó.

Al mismo tiempo, Iulita remarcó que en el taller se analizan teorías del colectivo queer y del feminismo y se tienen en consideración obras de autores trans, a la vez que se trata de comprender la magnitud de los movimientos ecofeministas, el lugar de las mujeres en el acceso a los bienes y a las tierras y la conexión entre patriarcado, capitalismo y colonialismo. "Buscamos darle voz a autores que no encuentran este lugar en la currícula tradicional. Para que se rompan los techos de cristal hay que saber leer a quienes reclaman, a través del estudio y la investigación, un lugar en la teoría universitaria", sostuvo.   

Como preámbulo a este taller, durante todo el primer cuatrimestre se dictó en forma opcional un seminario a cargo de la escritora y especialista en género, ESI y Geografía, Magdalena Moreno, quien es junto a Cecilia Mastrolorenzo autora del libro Geografía y Educación Sexual. Moreno indicó que uno de los objetivos principales de estos encuentros consistió en que los futuros profesores de Geografía puedan incorporar la ESI a sus clases y frente a sus alumnos.

"Si bien el seminario fue opcional y en un primer momento se pensó para el profesorado, tuvo mucha demanda y contó con la participación de los estudiantes de la licenciatura en Geografía y en SIG", sostuvo la especialista, y explicó que la denominada Geografía de Género que se promovió desde esta actividad optativa surge como respuesta a una necesidad que tiene esta ciencia de incorporar a las sociedades con sus conflictos, dejando de lado el estudio exclusivo de los fenómenos físico-naturales.

Moreno comentó que tradicionalmente la Geografía –enseñada en las escuelas– tenía que ver solamente con el conocimiento de los territorios, pero con el correr del tiempo se comenzó a analizar las problemáticas sociales y las características propias de cada sociedad. "Aquí es que se incorpora la ESI y especialmente a partir de dos ejes: perspectiva de género y reconocimiento de la diversidad. Sabemos que las sociedades son diversas, múltiples y variables, pero sobre todo lo son por una cuestión de género y por la incidencia directa del patriarcado", comentó.

La investigadora indicó que la importancia de aprender Geografía desde una perspectiva de género estriba en que dicha circunstancia permite visibilizar la forma en la que las sociedades están organizadas y advertir que no es lo mismo el territorio para una persona trans o una persona que habita una comunidad originaria que para una persona cisgénero que circula en una ciudad pequeña.

Para la estudiante de 2º año de la licenciatura en Geografía y profesora de nivel secundario, Karen Mujica, este espacio es muy importante “porque como formadores tenemos la obligación de ofrecer estos conceptos en forma transversal, brindando una formación científica y de calidad a los alumnos y que a la vez nos permita repensar nuestras prácticas cotidianas”.  

Mujica, quien participó como oyente en el seminario, declaró que la actividad les permitió, entre otras cosas, visibilizar cómo se piensa el sexo y el género, y cómo se pensaron históricamente ambas cuestiones. “También pudimos vincular las sexualidades con la geografía, contextualizando la geografía de mujeres y de género, y al mismo tiempo criticar los postulados que le imprimen ciertos lugares al género femenino, analizando los roles asignados a las mujeres y la discriminación que pueden sufrir algunas identidades”, especificó.   

Finalmente, tanto Iulita como Moreno coincidieron en que si bien en los últimos años la oferta de actividades relacionadas con estas temáticas se amplió, aún hace falta mucha más formación en ESI y en cuestiones de género, principalmente en la educación media. "En la escuela secundaria es donde mayor demanda se da sobre este tipo de abordaje. Hace 15 años se sancionó la Ley de Educación Sexual Integral y vemos que la aplicación de esta formación sigue siendo reducida", concluyó Moreno.